sábado, 6 de octubre de 2018

UNA HORA MÁS EN CANARIAS



DE QUE VA: Claudia una joven y guapa empresaria (Angie Cepeda) tiene una cafetería de éxito en Madrid junto a su socio Pablo (Quim Gutierrez). Los dos han sido amantes, pero Pablo ya cansado del carácter posesivo de Claudia decide dejarla y comienza a salir con Irene (Miren Ibarguren). Algo que Claudia no soporta, por lo que urdirá un retorcido plan junto a su hermana Monica (Juana Acosta) para recuperarlo.

A pesar de empezar de forma prometedora, nos coje descolocados (al menos a mi), con ese inicio de musical improvisado en la calle, todo se va torciendo según avanza la película. Empecemos  por esos diálogos demasiado acartonados, que en ningún momento resultan naturales y que seguro que en papel les parecería a su guionista/director de los mejores del mundo. Las escenas de baile, resultan simpáticas y naturales (de lo mejorcito de la cinta) aportando algo de frescura y colorido. Quim Gutierrez sigue actuando en "stand by", sigue repitiendo una y otra vez el mismo papel (extraterrestre despistado). Es una pena los pocos minutos que esta Miren Ibarguren en pantalla, sus escenas de novia loca y flipada son los únicos momentos realmente divertidos de la cinta. Supuestamente su director (David Serrano) ha querido copiar el estilo de comedia de enredos yanki (la screwball comedy) pero se ha quedado por el camino, ofreciendo una peli algo sosa y sin alma. A pesar de estar rodada en nuestra isla, en ningún momento se saca provecho a unos maravillosos escenarios naturales (igual te dicen que esta rodada en Chipudes y no pasa nada), maravillosa labor del director de fotografía.


Resumiendo: comedia de enredos sin gracia ninguna y muy aburrida, es lo que pasa cuando su director/guionista se cree que es la rehostia de gracioso.














martes, 22 de julio de 2014

R.I.P.D



¡¡¡BACK AGAIN!!!

Tras algunos meses “Desaparecido en combate” he retomado de nuevo el blog, en mi afán por innovar y que no os resulte pesado y cansino leer las criticas he decidido cambiar el estilo de las mismas. Introduciendo un formato más ameno, sencillo y dinámico, con la única intención de no os durmáis con interminables reseñas. Espero que os guste este nuevo formato.

miércoles, 14 de mayo de 2014

GUERRA MUNDIAL Z

Adaptación demasiado libre de la novela homónima de Max Brooks (hijo del gran Mel Brooks), publicada en 2006 en territorio yanqui. En ella su autor a través de una serie de testimonios recogidos “supuestamente” por el mismo en su informe para la “Comisión de Posguerra de Naciones Unidas” nos cuenta cómo se originó, desarrolló y finalizó la guerra mundial contra los zombis.

Para trasladar esta inadaptable novela a la gran pantalla su productora ha necesitado la friolera cantidad de cuatro guionistas, siendo los más reconocibles  Damon Lindelof (serie “Perdidos”) y el guionista y director ocasional Drew Goddard (“La cabaña en el bosque”). El resultado es un insulso correcalles sin interés alguno, carente de emoción y garra durante la totalidad de su extenso metraje.


Un antiguo investigador de las Naciones Unidas se ve metido de lleno en una pandemia que está arrasando todo el globo. Para salvar a su familia y encontrar una cura a tal enfermedad se unirá a un grupo de soldados con el que recorrerá medio planeta.

Como estrella principal de este enorme blockbuster encontramos a un omnipresente Brad Pitt, su cara permanece en pantalla el 90 % de la cinta. El resto de los actores tienen más bien un paso anecdótico por la cinta. La televisiva Mireille Enos (serie “The killing”)  da vida a su sufrida esposa, James Badge Dale (“Iron Man 3”), Fana Mokena (“El invitado”), David Morse (“Furia Ciega”) y Peter Capaldi (el nuevo Doctor Who) son algunos de los actores /maniquíes que acompañan a la estrella de turno durante su búsqueda del paciente 0.

Es de agradecer a sus responsables que desde el minuto cinco de función se nos meta de lleno en la acción, no pierden el tiempo en describirnos a los personajes o contarnos su pasado. Aquí lo único realmente importante es ver como el prota se escapa mil y una veces de los infectados mientras vemos como sucumben sus acompañantes y los países que esta visita (menudo cenizo el amigo).

La estructura de la película recuerda en ocasiones a la de cualquier videojuego, donde nuestro investigador / action hero va recorriendo medio mundo cumpliendo una serie de objetivos en las distintas fases propuestas.

Visualmente posee escenas impresionantes, como la de las murallas de Jerusalem o la del helicóptero, donde se hace visible la ferocidad y brutalidad de esa masa depredadora. Aunque esta violencia en ningún momento da como resultado ni una gota de sangre en pantalla.

Desgraciadamente la película ha sido un enorme éxito mundial, lo que ha llevado a su productora a dar luz verde a dos partes más, esperemos que más interesantes y divertidas.


Totalmente recomendable para los alérgicos a la sangre, los que como yo seáis aficionados al cine zombie como dios manda ni perdáis el tiempo con semejante bazofia.





jueves, 24 de abril de 2014

MUZI V NADEJI (MEN IN HOPE)

POR RAY

Si algo ha quedado claro en “Devoradores 2: Electric Boogaloo”, ese podcast en el que el creador de este blog y yo tenemos el gusto de participar, es que “la HBO tiene el poder”.

Pues bien, hace poco me enteré de que la HBO se dedica a producir películas por esos mundos de Dios. Y así dí con esta comedia checa de 2011 dirigida por Jiri Vejdelek.

Ondrej (el actor y cantante Jiri Machacek) es el paradigma de hombre gris y apocado. Casado y con un hijo, su bella mujer Alice (Petra Hrebickova) parece que sólo está interesada en tener la parejita; además ambos son dueños de un restaurante que no va nada bien y del que Ondrej no se siente jefe porque siempre ha querido ser chef.



El suegro de Ondrej es Rudolf (Bolek Polivka) un diseñador de montañas rusas jubilado que echa horas como taxista y que tiene una extraña y discutible teoría sobre como las infidelidades (se ha pasado toda la vida engañando a su mujer) fortalecen el matrimonio; cree tanto en su teoría que anima a Ondrej a ponerla en práctica. Éste se sorprende de que a su suegro le dé igual que su hija se convierta en una cornuda de campeonato.

Una noche están ambos jugando al billar, cuando aparece en escena alguien que cambiará la vida de Ondrej y que elevó mi interés por esta película hasta límites insospechados. 



Esta mujer sencillamente espectacular es Sárlota (Vica Kérekes, la Christina Hendricks eslovaca), una conocida de Rudolf que va por la vida provocando esguinces de cuello porque está muy buena, y lo peor de todo es que lo sabe. Sárlota se pone a jugar al billar y al darse cuenta de que el pelo le cae sobre los ojos, opta por utilizar sus bragas de coletero. Eso y su manera de darle tiza al taco hacen que Ondrej despierte de su letargo (y quién no).


Ondrej acaba cayendo más pronto que tarde en la tentación. Mientras, las bragas-coletero de Sárlota servirán, de forma indirecta, para descubrir todas las infidelidades de Rudolf. Éste está a punto de conseguir el perdón de su esposa cuando ella muere atropellada.

La vida de Ondrej va a mejor. Lleno de autoestima, ha cogido el toro por los cuernos (con perdón de Alice) de su restaurante y ejerce como chef con resultados satisfactorios. Tres veces a la semana se va a jugar al tenis con un amigo (que es la coartada para sus encuentros con Sárlota. Las cosas se complicarán cuando la pelirroja quiere acercarse más a Ondrej (por decir algo). 


Poco a poco vemos que nadie es fiel a nadie. Ni siquiera Alice. Aunque esta infidelidad se vea bastante forzada para justificar el desenlace de la peli y para que no juzguemos a Ondrej con demasiada dureza.

“Muzi v Nadeji” es una comedia de infidelidades bastante típica en su planteamiento y en su desarrollo. Apoyada en la química existente entre los dos protagonista masculinos, Rudolf es un mujeriego libertino y vividor y Ondrej es un tipo seco y hierático; una especie de Will Forte checo al que envidiamos porque se está follando a dos bellas mujeres pero no sabemos ni comprendemos cómo ha logrado tal hazaña. 



Curiosamente la película logra transmitir mejor los momentos tristes que los alegres. Especialmente el pasaje en el que a Rudolf le comunican la muerte de su esposa y los días posteriores a la tragedia están bien llevados por Bolek Polivka; pasar de mujeriego a sentido viudo y que te transmita cierto rechazo y pena respectivamente es un gran trabajo de actor.

Vejdelek también sabe que la otra gran (más bien grandes) baza que tiene es Vica Kérekes. Durante toda la película trasmite explosividad y sensualidad a raudales, incluso hay un escena de baile en una academia (se supone que ella se dedica al baile) totalmente gratuita y que sólo existe para que la veamos brincar, contonearse, sudar y que la ley de la gravedad haga el resto.

En definitiva, “Muzi v Nadeji” es una película que se deja ver pese a que cuenta una historia mil veces vista. Quizá le sobra algo de metraje (la comentada escena de baile y la trama del amante de la también infiel –como no- esposa de Rudolf) porque una hora y cincuenta minutos se me antoja excesivo para contar lo que cuenta; pero demuestra que por el centro de Europa también se hacen buenas películas.


La escena final, con Rudolf encontrando la manera perfecta de reconciliarse y honrar a su fallecida esposa, es brillante. Un final perfecto para una buena película sin más.


miércoles, 9 de abril de 2014

GRAVITY

En 2006 el director mexicano Alfonso Cuarón nos presentaba “Hijos de los hombres”, una de las mejores películas de ciencia ficción de la última década. Hemos tenido que esperar siete largos años para que el nuevo proyecto de este oriundo de Mexico DF viera la luz.

Como ha ocurrido en casi todos sus anteriores largometrajes el guión viene firmado el propio Cuarón, aunque es esta ocasión con la ayuda de su hijo Jonás Cuarón. Un guión donde se dan la mano el drama familiar, el miedo a la soledad, el cine de catástrofes, la supervivencia, "Destino final" (jajaja) y algunos toques metafísicos.  

Durante una misión espacial para reparar un satélite, dos astronautas sufren un grave accidente quedando estos flotando a la deriva por el espacio.



Para este nuevo largometraje (supongo que por aquello de asegurarse la taquilla) ha decidido contar con dos grandes estrellas del panorama cinematográfico mundial, George Clooney y Sandra Bullock, para interpretar a la pareja protagonista.  Siendo ellos los únicos a los que vemos en pantalla durante sus escuetos 90 minutos, ya que del resto solo oímos sus voces. Sandra Bullock esta impresionante llevando en su totalidad el peso de la cinta, labor por la que recibió una merecida nominación a actriz principal. Premio que finalmente le arrebataría Cate Blanchett por “Blue Jasmine”.




De entre las pocas voces que escuchamos durante el metraje destaca la de Ed Harris (“Dolor y dinero”), siendo este al que oímos desde el cuartel general de la misión en Houston (¿guiño a su papel en “Apolo 13”?).

La película donde realmente se merece un sobresaliente es en su apartado visual, esto debemos agradecérselo a la gran labor de su director de fotografía, el también mexicano Emmanuel Lubezki (habitual en la filmografía de Cuarón). Impresionantes esas imágenes de la Tierra en todo su esplendor con el ser humano empequeñecido ante tal inmensidad. Labor que meritoriamente le ha valido un Oscar por su fenomenal trabajo

Para el final dejo ese tan a priori “alucinante” 3D, que dejo tan gratamente sorprendido al mismísimo James Cameron. Siendo sinceros en ningún momento da la sensación de que fuera rodada en tal formato, más bien parece una mala conversión de esas a las que nos tienen tan acostumbrados últimamente. No os perderéis gran cosa si la veis en formato normal.



La serie de infortunios que le van ocurriendo a los protagonistas durante el metraje (más propios de un videojuego) terminaran por provocaros más de una sonrisa de incredulidad.


A pesar de su corta duración (y eso que le sobran unos 20 minutos), la película va perdiendo interés según va avanzando el metraje ya que se echa en falta algo más de garra y ritmo en la narración. Dando como resultado una insulsa y vacía cinta que se queda en un quiero pero no puedo y que podía haber sido mejor película si su director hubiera sido un poco más valiente y hubiera apostado por un final más crudo (esbozado en algunas escenas) que el finalmente utilizado.