miércoles, 5 de febrero de 2014

LES CORTARON LAS CABEZAS POR CULEROS

POR RAY

La filmografía mexicana siempre me ha fascinado. Su variedad de géneros (universales y propios) y su folklorismo hacen de México un país, cinematográficamente hablando, interesante.

Uno de esos géneros propios que tanto molan son los “narcodramas”, esas pelis de acción con tintes de melodrama que ensalzan a los narcos y a sus sicarios hechas a mayor gloria de los hermanos Almada.


La estrella de la “2ª división del narcodrama” era Eleazar García Jr., “el chelelo Jr.” (1957-2011). Eleazar hacía películas para vídeo como churros, en 2004 llegó a protagonizar nueve filmes. Una buena muestra de su obra es “Les cortaron las cabezas por culeros” (2006).

Dirigida por Miguel Marte, antiguo director de cine pasado al vídeo, la peli nos presenta a Andrés “el tucán” (Chelelo Jr.), un sicario solitario y sin escrúpulos que siempre deja una firma: después de matar, decapita a sus víctimas e incluso a veces deja una advertencia.

Andrés llega a Michoacán para realizar una serie de trabajos y como va a estar por allí un tiempo decide vivir en una casa de alquiler. Sus caseros serán Norma y Óscar, un luchador de lucha libre (como no), que viven en la casa de al lado.

Norma, (Brenda Castro, habitual en la filmografía de Marte), es una ama de casa bastante atractiva. No es un pibón, pero tiene su aquel. Hay un momento en el que mientras hace sus labores canta “Obsesión”, el hit del grupo Aventura.

Mientras Norma conecta con Andrés, Óscar desconfía. Y esta desconfianza crece a medida que van a apareciendo decapitados por la zona. Óscar le pide a un amigo policía judicial que investigue a Andrés.

La peli gira en torno a esos tres pilares: la desconfianza, la cada vez más cercana relación entre Norma y Andrés y el trabajo de éste. La trama apenas avanza y la película se hace muy reiterativa, seguramente hubiera sido mejor material para un corto.


Las escenas más memorables son aquellas en las que Andrés liquida a una banda musical por encargo de un narco local, “el Chapo Garrido”, por osar dedicarle una canción a su figura sin su permiso y cuando Norma cuenta como conoció a su marido.

En ese flashbacks vemos a Norma en bikini haciendo de azafata de combates y a Óscar, alias “Psycho”, luchando con su rival al que derrota quitándole la máscara. De forma innecesaria nos revela que el rival de su futuro marido era el policía judicial que ahora sigue a Andrés. Lo mejor de la escena es la pobre puesta en escena, con los intérpretes peleando delante de un fondo salvapantallas.

Andrés acabará revelando su naturaleza y tratará acabar con la pareja en la anticlimática escena final.

“Les cortaron las cabezas por culeros” es cine marginal y tampoco se esmera en disimularlo. Los efectos de los disparos son bastante cutres, tanto como las interpretaciones. En cuanto al guión ya comentamos su problema de fondo y sus reiteraciones. 

Desde luego, no es una película recomendable para el público mainstream; hay que estar bastante curtido en el submundo del cine mexicano para soportarla.


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